“porque mis ojos han visto tu salvación.” Lucas 2:30
Durante los últimos encuentros con Jesús hemos aprendidos como por años fue esperado el mesías, el salvador y como no hizo alarde de su condición de hijo de Dios, sino que nos enseñó con su nacimiento la más grande humildad. Hoy conoceremos como Simeón y Ana dos ancianos fueron preparados por Dios y esperaron pacientemente durante muchos años para ver el cumplimiento de la profecía acerca de Jesús.
Observemos el siguiente video 👀👂👵👴
Recordemos y pidamos a Jesús en este encuentro:
👪Jesús: Es un Jesús que se abaja, deja y abandona su condición de Hijo de Dios y se hace niño, se hace familia, se hace ternura, lucha, búsqueda, esfuerzo, también dolor, como cualquier familia. Y María y José no quieren hacer uso de esta excepción por ser el Hijo de Dios. Al contrario, como cualquier familia creyente, con una gran humildad y fidelidad, van a ofrecer a Dios lo que Dios mismo les había dado: su Hijo Jesús.
💓Jesús, ayúdame a encontrarte en los demás, en la Eucaristía. Y concédeme ser consciente de tu presencia en mi corazón.
😇A veces, con la agitación del día, no percibo la presencia de Cristo, olvido que Él está siempre a mi lado. Vivo la vida pensando en mis problemas, dificultades, responsabilidades… es decir, en mi egoísmo; no me doy cuenta de que Él quiso permanecer en la eucaristía por amor a mí, y que tengo el mayor tesoro: ¡la vida de gracia y su permanencia fiel en mi corazón